Bodas de Oro y Plata
Bodas de Oro de la Hna. Rosa Cristina de la Inmaculada, Campos Miramontes y Bodas de Plata de la Hna. Elvira del Corazón de María, Flores Quintero
El sábado 16 de febrero hemos celebrado las Bodas de Oro de la Hna. Rosa Cristina de la Inmaculada, Campos Miramontes y Bodas de Plata de la Hna. Elvira del Corazón de María, Flores Quintero. Agradecemos a Dios por el don de la perseverancia de estas dos hermanas que hasta el día de hoy han sido fieles al llamado que Él les ha hecho. Compartimos la homilía que el R. P. Fray Fernando de la Cruz Rico OFM dirigió a las hermanas en la Eucaristía celebrada en el Oratorio Nazareth de nuestra Curia General.
“Queridas hermanas, familiares, amigos y bienhechores de esta venerable Congregación… ¡Que el señor les de la Paz!”.
Con gran gozo y alegría evangélica, nos encontramos reunidos en torno al altar del Señor para elevar una ACCIÓN DE GRACIAS a Dios por la vida, testimonio de servicio y entrega de: Hna. Rosa Cristina (Bodas de Oro) y Hna. Elvira (Bodas de Plata).
Como Iglesia peregrina les acompañamos con nuestra oración, cercanía y cariño fraterno en esta Eucaristía.
A propósito de lo que hoy estamos celebrando y que, de manera particular recordamos a la Bienaventurada Virgen María, quien es Madre y Modelo de nuestra consagración, quisiera levarlos por una pequeña reflexión, que más que querer suscitar en ustedes un adoctrinamiento, quisiera llevarlas a dar un recorrido veloz por los caminos en los que nuestro Señor se ha encargado de llevarlas a través de estos años… y no me refiero a sus destinos… porque necesitaríamos otros 50 años para descubrir lo que han aprendido en cada uno de ellos… ¡y todos tenemos cosas qué hacer!… ¡también nosotros queremos llegar a nuestras bodas de oro!…
Existe un principio en nuestra vida Cristiana que hemos de cumplir siempre, porque el Señor Jesús nos lo ha pedido expresamente: “Ámense los unos a los otros como yo lo he amado” (Jn 13, 34)… el cual parte del primero de los mandamientos de la ley de Dios, que dice: “Amarás al Señor tu Dios con todo el corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas” y el segundo es: “El que ama a su prójimo como a ti mismo”… NO EXISTEN mandamientos mayores a éstos… sin embargo, San Pablo en su carta a los romanos complementa estos mandamientos cuando nos dice: “El que ama a su prójimo ha cumplido la Ley…” pero ¿Cómo es que uno puede cerciorarse que efectivamente vivo AMANDO a MI PROJIMO?… la respuesta se le nombra “CARIDAD”. La caridad no hace mal al prójimo, ¡jamás! ¡nunca!!! Para nosotros los cristianos, la caridad es la manera concreta y real de amar a nuestro prójimo.
Cuando escuchamos hoy el relato del Génesis que el hombre y la mujer, por desobediencia comieron del fruto del árbol prohibido, el Señor Dios les llamó a su presencia… se nos revela por primera vez en la Sagrada Escritura el modo u es estilo como Dios busca en medio de su creación a su CREATURA; es decir, al hombre y a la mujer… les pregunta: “Adán… ¿DÓNDE ESTÁS?” … y desde entonces, el Señor de la creación nos ha buscado a cada uno incesantemente esperando que SALGAMOS DE NEUSTROS FALSOS ESCONDITES… como su a Dios se le pudiera engañar o como si Dios no supiera ¿dónde y cómo nos encontramos?… con gran tristeza el género humano deberá reconocer… al salir de su escondite… que TIENE MIEDO DE LA PRESENCIA DE DIOS…
Por el ENGAÑO de la serpiente el hombre concluyó que ante la falta de la desobediencia la única salvación y la única respuesta son la huida y el temor… y ¡no! Porque “Dios elige al débil para confundir al fuerte y al ignorante para confundir al sabio”.
¡Cuántos escondites a lo largo de estos años! ¡Cuántas huidas y cuántos temores! Celebrar 75 AÑOS de VIDA CONSAGRADA hemos de reconocer que no es una historia cuyas páginas solo llevan la gloria de FE RECTA, la ESPERANZA CIERTA y la CARIDAD PERFECTA,… éstas páginas, y ¡todas estas otras!… son páginas que GRACIA ORIGINAL y de DESNUDEZ por el pecado… nuestra fragilidad también es parte de esta historia bendita… y ante ella, debemos también agradecer al Señor que nos haya mirado con MISERICORDIA y con COMPASIÓN, ¿Por qué las eligió?… ¡Gran MISTERIO!… de lo que podemos estar seguros y confiados es que “Él modeló cada corazón y conoce todas nuestras acciones”. Él sabía a quién estaba eligiendo. A ambas… GRACIAS por no dejarse engañar huyendo al llamado de Dios, gracias por no escuchar la voz de la serpiente que siempre nos infunde miedo para no cumplir con la voluntad de Dios. ¡Cuánto bien se hubiera dejado de hacer en el mundo si ustedes hubieran dicho que no! ¡Se dan cuenta!!!
“Nuestra vida es tan breve como un sueño”… dice el salmista… y vaya que le damos la razón al escritor sagrado… tan breve, tan poco tiempo que nos concede el Señor para desperdiciarlo en cosa que no valen la pena… la vida nos la ha dado el Creador del Universo para disfrutarla, para trabajarla y para que podamos gestar otras vidas que sean las continuadoras de la obra de Dios. En ustedes hermanas, VERDADERAS MADRES, VERDADERAS EVAS el Señor ha hecho una obra MUY BUENA… su vida ha tocado y labrado los corazones y las conciencias de muchos vivientes… tanta gente a la que han servido… tantos consejos que han compartido… al estilo de Jesús que lo seguía mucha gente, cuántas veces no tuvieron tiempo NI PARA COMER… ¡vaya que el tiempo es corto para quien está buscando almas para Dios!
Ante la pregunta de los discípulos: ¿Y DÓNDE SE PUEDE CONSEGUIR PAN? … hoy basta ver sus manos desgastadas por el esfuerzo, no solo de llevar el pan a los pobres y necesitados, sino además adornadas don la belleza de sus canas y una que otra pequeña arruga… signo no solo del paso de los años… sino del DESGASTE de su VIDA por el gesto concreto y fraterno de HACER CARIDAD. “El gesto real de AMAR”. El pan que ustedes han conseguido y han acercado para saciar al desprotegido, al abandonado, a la madre soltera, al niño huérfano, al enfermo o moribundo… ese es el PAN BENDITO de SUS AÑOS al servicio del Señor… A ustedes, como a aquellos discípulos del Evangelio, el Señor les preguntó: ¿Cuántos panes tienes?… ellos tuvieron 7… ustedes 25 y 50… cada año reparten su vida, y cada vida saciada por el fruto de su trabajo… es ayudarle al Señor Dios a QUE SALGAN DE SU ESCONDITE muchos ADANES… cada consagrado, cada servidor, cada uno de nosotros que hace CARIDAD… es hacer RECONOCER en aquellos a quienes atendemos la PRESENCIA DE DIOS en sus vidas… es decirles que DIOS les ha escuchado… y que mis manos y mi sudor son el esfuerzo de Dios para curar su hambre.
Jesús hoy toma nuevamente sus vidas, sigan dándole SUS FUERZAS Y SU SERVICIO, sigan ayudándole a saciar el hambre de tantos y de tantas… Que María, mujer de entrega y de presencia permanente, incluso a los pies de la cruz, les acompañe en los siguientes 25 años… para que sigan siendo un don precioso para la Iglesia y para su Congregación.
Termino con este pensamiento:
Aunque la PLATA pareciera el esfuerzo diario, recuerden que el ORO será la recompensa eterna.
Posiblemente de PLATA se tiñen los cabellos por la causa del Evangelio, sin embargo, tengan la seguridad que de ORO será la corona al final de la carrera.
PALTA u ORO, sea cual sea la presea, lo más bello de todo es el RECORRIDO y la EXPERIENCIA de saberse acompañadas por Dios, de saberse que han sido ELEGIDAS POR Él… ¡muchos son los llamados, pero pocos los escogidos!… ustedes son parte de esas pocas… siéntanse privilegiadas… pero a la vez… no se queden sentadas esperando al Señor, sigan demostrando a las nuevas generaciones con su ejemplo de vida, el testimonio de que vale la pena dejar todo, para seguir al Señor…
¡Les deseo que Dios les conceda la perseverancia final! Amén.