La Cuaresma es un signo sacramental que nos lleva a practicar el ayuno, la oración y la limosna.
Comunicado Nº 22.
05 de Febrero de 2019.
Paz y Bien
A todas mis hermanas de la Congregación:
Queridas Hermanas cada año a través de la Santa Madre Iglesia, Dios nos concede anhelar con gozo la Solemnidad de la Pascua, para que lleguemos purificados a ser con plenitud hijos de Dios. (Rm 8,24).
Por tanto la Cuaresma supone caminar hacia la conversión, no dejemos trascurrir en este tiempo favorable, pidamos a Dios nos ayude a emprender un camino de verdadera conversión, quitemos de nuestra vida el egoísmo que solamente nos hace vernos para nosotras mismas, bien fijémonos en nuestro prójimo, en nuestras hermanas que pasan dificultades y se encuentran necesitadas de nuestro apoyo, también compartamos con nuestras hermanas nuestros bienes espirituales y materiales. Este mismo caminar nos llama mediante el arrepentimiento, la conversión y el perdón para alcanzar todas las gracias del Misterio Pascual.
La Cuaresma es un signo sacramental que nos lleva a practicar el ayuno, la oración y la limosna.
Ayuno: es cambiar de actitudes negativas hacia los demás, también es sufrir por amor los detalles que se nos presentan en la vida, sobre todo en la vida fraterna, también ayunar de críticas de palabras hirientes, ayudar cuando se necesite para que otro descanse, ayunar de quejarte etc. más bien llenarte de confianza en Dios.
Orar: es cambiar nuestra actitud negativa para con los demás, renunciar a nuestra autosuficiencia de nuestro yo y declarémonos necesitadas del Señor y su Misericordia.
Limosna: Es salir de nuestra necesidad de vivir acumulando para nosotras mismas, enseñémonos a compartir con el prójimo lo que Dios nos regala y vemos que de verdad no lo necesitamos.
Que Dios nos ayude a llegar a la Pascua con alegría y gozo en el Señor Resucitado.
Que María Santísima nos ayude a volver nuestra mirada hacia Jesús el Señor muerto y Resucitado por nuestro amor, siendo solicitas en el servicio de los pobres, y alegres en la vida fraterna.
«Jesús mío, yo confío en ti»
M. María Belén García Yáñez
Superiora General