Libradita de ojos de cielo y dulce mirada
no te olvides de enviarnos consuelo
y hacer que esta tierra sea menos despiadada.

 

fragmento de LIBRADITA por +Hna. Rosalía Sánchez R.


 

Poesías en recuerdo de nuestro centenario

 

En recuerdo del Centenario de la Fundación de la Congregación de Religiosas Franciscanas de Ntra. Sra. del Refugio, el 7 de Mayo de 1897-1997, siendo que este año 2017, cumplimos 20 años más de historia, presentamos 3 entregas de poesías.

Esta segunda entrega contiene doce poesías con las que celebramos en esa fecha tan destacada, símbolo de nuestra perseverancia y de las bendiciones de Dios.

ESPERANZA por +Enrique Muñoz Haro

Cuando sombras en la tierra

Desolaban su esplendor,

Una luz de bella aurora

A este mundo envía Dios.

Una joven desolada…

Ya no hay canto, no hay candor

La vida como noche negra,

Le brindaba su amargor.

Ya no hay dicha en esa niña

Consecuencias de un desliz

Que por falta de prudencia

Hoy su suerte, no es feliz.

Esa joven triste y sola,

Solo piensa en su pasado

Solo piensa en su pecado

Solo piensa en su dolor.

“Sensaciones tales siento,

Vida dentro de mi ser,

Yo no debo darle vida

No lo debo hacer nacer”.

Y mientras esto pensaba,

El maligno sonreía

Tramando con malicia insana

Tomar para él su vida.

“Debo arrancarlo de mi”

(Pensaba la pobre niña)

“¿para qué querría vivir?

Si en esta vida, solo vendría a sufrir”

“Sufriría yo con él,

El sufriría conmigo

No, no quiero que viva

Esta vida, no es vivir”.

Y mientras esto pensaba,

En su tierno vientre latía,

Una vida palpitaba…

Su pronto fin presentía.

A ver la luz no vendría,

Nunca podrá jugar,

Ni al calor de tibios brazos,

Diría un día: mamá.

Tales tinieblas cubrían

A dos almas su capuz:

A una por no dar la vida,

A otra por no ver la luz.

Por fin llegó aquel día

De tan cruel decisión;

Tomando la joven, tan cruenta vía,

He aquí lo que aconteció:

Era el día más triste:

Nublado su derredor

Negro el sol y las flores,

Desolado el corazón…

Al no resistir tal pena,

La joven desfalleció;

Cuando buena y tierna mano,

Con amor la levantó.

“¿Qué te aflige, pobre niña?”

(Santa voz le preguntó)

“Dios te ama con ternura,

Confía a El tu corazón”

…Y en santo coloquio hablaron

Brillando de nuevo el sol;

Volviendo a un alma la esperanza

Y a las flores su color.

Librada era el nombre

De aquella que volvió,

A la joven desventurada

De su hijo la ilusión.

Hoy en día más Libradas,

Llevan fiel esta misión:

En pos de María y Francisco

Hoy sonrisa, son de Dios.

+Enrique Muñoz Haro.

Esperanza

LIBRADITA Y LA JOVEN DE HOY por +Hna. Rosalía Sánchez R.

Dulce madre nuestra Libradita,

La joven de hoy gime con amargura,

El mundo la arrastra, la agita,

Tiéndele presta tu mano, ella te necesita.

Ya no tienen pudor ni vergüenza,

Desde niñas las persigue el deshonor,

Acógelas en tu regazo con amor,

Y revístelas de la túnica de penitencia.

Si tus ojos bondadosos las miran,

Encontrarán nueva luz en su sendero

Su alma y su corazón hallarán consuelo

Y giros buenos marcarán su vida.

No todo es tristeza, desesperanza,

Cuando tenemos a nuestra Libradita

La joven será bendita

Si esta dulce madre nuestra la alcanza.

Joven de hoy no desmayes;

Levanta tus ojos al cielo en contrarias a un padre

junto a él, a Libradita nuestra madre

Que suplica por ti aunque tú calles.

Si no tienes obras buenas,

Libradita las tienes incontables,

Leyendo su vida veras, que amables

Se posan sus azules ojos en las solteras madres.

+Hna. Rosalía Sánchez R.

Libradita y la joven de hoy

LIBRADITA por +Hna. Rosalía Sánchez R.

Libradita de ojos de cielo y dulce mirada

no te olvides de enviarnos consuelo

y hacer que esta tierra sea menos despiadada.

Imitaste al seráfico padre,

siguiendo las huellas de Jesús.

dejando hermanos, amigos y padres,

abrazaste amorosa tu pesada cruz.

Brota de mi alma dulce Libradita

decirte que quisiera seguir tus pasos,

por esa senda larga y bendita,

pero soy débil, por eso llévame en tus brazos.

Rosas y espinas coronaron tu frente

de gozo y sufrimiento fue tu destino

el amor, la esperanza y la fe te hicieron fuerte

pero de espinas y rosas Jesús sembró tu camino.

Amabilidad, misericordia y bondad

Las jóvenes encontraron en ti,

Cuando débiles cayeron en maldad

Tú las acogiste endulzando su sufrir.

Dios, al que serviste con fidelidad,

te llenó de gracias durante tu vida

las que aprovechaste para servir con bondad

a todos los prójimos con caridad sin medida.

Iguales a ti quisiéramos ser:

darnos sin medida a todos los demás,

sirviendo a Dios en el que tienes sed,

en el que tiene hambre, en el que no haya paz.

Todos tus hijos te cantan lores,

te admiramos y queremos;

y un día no lejano con hermosas flores,

un altar con amor adornaremos.

A todos tus hijos e hijas,

bendícenos con tus manos benditas

Acógenos amable y bondadosa

con ese mirar de cielo, dulce Libradita.

+Hna. Rosalía Sánchez R..

Libradita.

A NUESTRA MADRE LIBRADITA por +Hna. Guillermina Martinez González
En el Centenario de Educación

Eres como un lirio perfumado

Del que Jesús un día se enamoró

Y con el perfume derramado

En el mundo a muchas almas conquistó.

Naciste en un pueblo muy pequeño

Luego te llevaron al bautismo

Y desde ese instante con empeño

Tus padres te educaron con cariño.

Tu alma soñadora fue creciendo

Cuan árbol cuidado con esmero,

Para que así se fuera embelleciendo

En amor al Divino Jardinero.

….

El espíritu tu alma fue llenando

De amor por el pobre desvalido

Por eso desde niña te empeñabas

En obras de un amor caritativo.

Más tarde el mismo Espíritu

En vigilia, en quien tu habías

Puesto tu confianza, te inspiro formar

Una familia que se entregara de lleno a la enseñanza.

Hoy tus hijas seguimos,

Seguimos ese ejemplo

Plasmado tu deseo en cada niño

Se les da enseñanza con cariño

Convirtiendo sus almas

En un templo.

Tus sueños han ido floreciendo,

Entre penas sus capullos abren,

El árbol que sembraste fue creciendo

Hasta la aprobación del Santo Padre.

Tu ejemplo de gran fortaleza

Motivan a tus hijas a seguir

Luchando… Van luchando…

Salir triunfantes en tan digna empresa.

Madre santa que vives en el cielo

Bendice con amor a tu familia

Y haz que todas trabajen con anhelo

En esta obra que tanto querías.

+Hna. Guillermina Martinez González.

A nuestra Madre Libradita

LLAMADA por +Hna. Adriana Sánchez

Cuando me llamaste Señor,

Un refugio sentí que me miraba,

Que me atraía, que me cuidaba

Y ese refugio eras tú María.

Mantenías en mí María,

La alegría, la devoción,

Y la ansiedad de consagrarme

De querer ser grande

Para desposarme con el único amor.

Mientras tanto María,

A mi lado estabas

El tiempo pasaba

La niñez dejaba

Tu imagen besaba

A tu niño amaba y miraba.

¿Recuerdas Señora las flores del campo

Que a tus pies llevaba

El día de tu fiesta?

¿El gozo y los cantos

Al pasar las cuentas

Del Santo Rosario?

Y tu Madre mía,

con amor de madre, me fuiste guiando;

Con amor de madre, me fuiste llevando.

Pasaban los años.

Mi existir crecía,

Mi deseo subía,

De estar en tu casa,

Y ahora aquí me tienes

Por años y años.

No permitas Madre,

Que olvide esta historia,

Mantén mi cariño,

Mi fervor de niño,

Refugio querido,

Refugio perenne.

+Hna. Adriana Sánchez.

Llamada

HIMNO A LA M. LIBRADITA por +Hna. María del Carmen Valdés Gaeta

Obediencia, pobreza y castidad,

Son las armas con que triunfaras,

Misericordia, paz y caridad

Son las alas con que tú volaras.

Libradita nos puso el ejemplo,

Libradita con ellas se elevó,

Libradita nos puso ejemplo

Libradita la meta nos marco

A pequeños, a jóvenes y a enfermos

Les darás el perfume de tus amos

*al que peca, al que sufre y al que lucha

Les darás la alegría del Señor (*bis)

Una madre será de los pequeños

Una amiga del joven y mayor

*serás ángel al lado del enfermo

Darás luz y consuelo al pecador (*bis)

Generosa viviendo la pobreza

Muy fecunda sirviendo en castidad,

*ser muy libre viviendo la obediencia

Ser muy grande enseñando la humildad (*bis)

Esperando contra toda la esperanza

Ser creyente cuando hay oscuridad

*ser muy fuerte de frente al sufrimiento

Dando paz y sosiego en la ansiedad (*bis)

Elocuente en la guarda del silencio

Muy asidua en la vida de oración,

*muy activa sin ruido, sin alarde,

Siempre en vela su espíritu en la acción (*bis)

+Hna. María del Carmen Valdés Gaeta.

Himno a la M. Libradita

CANTO A NUESTRA MADRE LIBRADITA por +Hna. Adriana Sánchez Pinedo, Prof. Enrique Muñoz Haro

Libradita educadora

Que educaste con amor,

Tus hijas hoy contemplamos

Tu bella labor de amor.

Llénanos de compasión

Amor y misericordia,

Para darlo a los hermanos

Que requerían protección.

Acompáñanos al colegio

Al educar en la fe,

Ayudemos al alumno

Que más le cuesta entender.

Llévanos a la capilla

Guíanos en la oración

Acércanos a María

Refugio del pecador.

Revélanos el secreto

Para la contemplación

Queremos como tú, madre

Profundizar la oración.

Enséñanos a ser humildes

Sencillas y respetuosas

Para ser almas grandiosas

Y agradables al Señor.

Señálanos el sendero

Por donde hay que caminar,

Para adquirir las virtudes

Que debemos alcanzar.

Danos tu espíritu madre,

Danos tu fe y esperanza,

Danos tu amor y ternura

Para a Dios glorificar.

+Hna. Adriana Sánchez Pinedo, Prof. Enrique Muñoz Haro.

Canto a nuestra Madre Libradita

MARIA REFUGIO por +Hna. Adriana Sánchez Pinedo
Canto

 

Refugio del pecador eres María,

Alcanzar virgen de la divinidad,

Refulgente estrella que guías,

Al que peregrinando va.

Virgen madre, amorosa protección

Refrigerio de dulzura y paz,

Segura alianza y fortaleza,

Del que se refugia en pos.

Madre de los desamparados,

Aliento de que sufriendo está,

Sostén de los que vacilan

En este arduo caminar.

¿Qué te ha movido Señora?

Al pecador amparar,

Al desvalido ayudar

Y al mendigo acompañar?

¿Dime si no es tu bondad,

Dime si no es tu ternura,

Dime si no es tu dulzura

La que vienes a mostrar?

La luz de tus ojos

Anuncian dulzura

La luz de tu rostro

Anuncia la paz.

Gracias Madre del Refugio

Gracias amor y piedad,

Gracias por ser nuestra madre

Y refugio sin igual.

+Hna. Adriana Sánchez Pinedo.

María Refugio

HIMNO A MARIA SANTISIMA REFUGIO DE PECADORES por +Hna. Elvia Melgarejo Sánchez

Cantemos un himno a María

A la reina, a la madre de Dios,

Entonemos con ¡viva! y ¡glorias!

Que ella es madre y refugio de amor.

Madre ¡oh madre!, tus hijas queremos,

Tu pureza intacta exaltar,

Que eres virgen y madre sabemos,

Relicario de amor sin igual.

Tú, refugio de los pecadores,

Puerto y faro que alumbra la mar,

El descanso y abrigo tú eres,

De quien busca el perdón y la paz.

CORO:

cantemos un himno a María…

¡Viva! ¡Viva! Cantemos a coro,

Reina excelsa, mujer sin igual,

Es tu amor maternal un tesoro,

De ti brota la luz matinal.

Hoy tus hijas suplican fervientes

Que conduzcas su congregación,

Con tus labios bendigas y alientes

Su oración, sus anhelos y acción.

Toma oh Madre mis manos de arcilla

Y haz con ellas grandiosa labor,

Haz que brote de amor la semilla

La palabra del Buen Sembrador.

Que mis pasos conduzcan al niño

Por senderos que llevan al bien,

Que el enfermo reciba el cariño,

Y el nativo el mensaje también.

Al que más necesita ayudemos

Al que lejos de ti, ahora está,

Practiquemos la misericordia,

Como un lema vivíamos la paz.

Sea el amor a tu Hijo el motivo,

Que le impulse a luchar y a sufrir

Nunca oh Madre se cambie el camino,

Haz que a Cristo podamos servir

¡Viva! ¡ Viva! Cantemos a coro

Reina excelsa, mujer sin igual

Es tu amor maternal un tesoro

De ti brota la luz matinal.

+Hna. Elvia Melgarejo Sánchez.

Himno a María Santísima Refugio de Pecadores

FORJADORA por +Juan Manuel Garibi Cuevas

Forjadora con Jesús

De la fe cristiana

Y creyente del milagro corpus,

Muy temprana y de mañana

Solo tú, Librada

Al pie del altar estabas.

El camino correcto seguiste,

La vida de Jesús elegiste

Para guiarte en esta vida terrenal

Y ser ejemplo aún después de tu funeral.

Con la mirada en alto figurabas

Y nunca, nunca te rendías,

Con el aroma de la fe te perfumabas

Y con la pureza y castidad te ungías.

Piedra a piedra construías,

La educación que nos darían,

Pero solo tú sabías,

Que en un fututo servirían.

De la vida eterna ahora gozas,

Ejemplo para todos eres,

Y es que tú de Arandas vienes,

En cristo confiabas,

Tu vida diaria a él entregabas,

Por eso eres digna de nombrarte:

FORJADORA.

+Juan Manuel Garibi Cuevas

Forjadora

MADRE Y MAESTRA por +Karina Naisé Flores Gómez

Naciste en Arandas Jalisco,

Bella como una flor;

Una niña con luz y encanto

Noble y con mucho amor.

La caridad, fue en tu vida

La miel de la bondad;

La obediencia, fue tu presencia

De toda tu humildad.

Un sueño tenías en la vida

Y con la ayuda de Dios se cumplió;

Abrigada a la Virgen María

Un templo le construyó.

Los niños te queremos

Te sentimos, te admiramos;

Y aunque, no te conocimos,

Todo, en ti confiamos.

Seguiremos tu ejemplo

Con gran devoción,

Gran maestra y madre

De tu congregación.

+Karina Naisé Flores Gómez

Madre y Maestra

LIBRADA MUJER EJEMPLAR

Desde niña fuiste limpia y pura,

de familia honorable y piadosa

bajo la sombra de la virgen inmaculada tan preciosa

Fomentaste siempre tu cultura.

El Señor te acogió como misionera,

Por medio de San Francisco de Asís,

Tú eres el alma que en mi corazón genera,

Todo lo que necesito para ser feliz.

Mujer de fuerza perdurable,

Ayudaste a gente necesitada con tu corazón noble,

Aquí tu espíritu siempre será notable,

Este tu centenario esperamos que sea agradable.

Después de tu partida cuando te alejaste de nosotros,

Al principio todo era tristeza y dolor,

Pero después el dolor se tornó en alegría y gozo,

Pues sabemos que almas como la tuya son las que necesita Dios.

Tu ejemplo quedó entre nosotros muy grabado,

Al saber los bienes que has hecho,

Y al hacer nuestros votos prometemos,

Ser fieles al señor con hechos.

Las Religiosas Franciscanas de Nuestra Señora del Refugio

Por todo el amor a tu excelente obra,

Deseamos que este centenario, todo sea para tu gloria.

Librada Mujer Ejemplar

III Parte: Poesías en recuerdo del Centenario de la fundación de la Congregación
I Parte: Poesías en recuerdo del Centenario de la fundación de la Congregación

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