Mensaje de Miércoles de Ceniza

Estimados hermanos, hermanas, hemos llegado en nuestro peregrinar por la vida a la manifestación del Gran Amor de Dios al hombre, no sólo el Verbo se hizo carne y hábito entre nosotros (Jn. 1, 14) sino que de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su Hijo Unigénito, para que todo aquel que en Él cree no se pierda, mas tenga vida. Nosotros no hemos amado primero a Dios, sino que Él nos amó a nosotros y envió a su Hijo para que fuera ofrecido como sacrificio por el perdón de nuestros pecados. (1 Juan 4:19).

Empezamos nuestra cuaresma, este miércoles nos recuerda que nuestra vida es una continua lucha por ser felices, que para eso Dios nos creó, pero ¿Cómo encontrar la verdadera felicidad? Cuál es el porqué de tu existencia, ¿cuál es el propósito de tu vida? el propósito de nuestro existir es el amor, el Amor de Dios, de la vida; el pecado nos separa de Dios y la forma de ir a Él es aceptar que Él venga a mí, abrir las puertas de la mente y el corazón debe ser nuestro principal objetivo, Abrirnos al Amor compasivo y misericordioso de Dios y hacerlo vida en la oración, el ayuno, la caridad no sólo física, también afectiva y espiritualmente hacia nuestro entorno.

El Papa Francisco nos invita a “caminar juntos” (Laicos, Pastores, Consagrados…) este camino en la que caminan juntas la Palabra de Dios y las personas que dirigen su atención y su fe a esa Palabra, la Palabra de Dios que camina con nosotros. Estar atentos a la escucha de la Palabra, y uno en escucha de los otros; y todos en escucha del Espíritu Santo, Tener oídos, escuchar, es el primer compromiso. Se trata de escuchar la voz de Dios, de captar su presencia, de interceptar su paso y su soplo de vida. Las soluciones deben buscarse dando la palabra a Dios y a sus voces en medio de nosotros; rezando y abriendo los ojos a todo lo que nos rodea; viviendo una vida fiel al Evangelio. Y esto es importante: La oración, que en el diálogo puedan surgir nuestras propias miserias, sin justificación. ¡No tengáis miedo!

Hermanos, hermanas hagamos de esta cuaresma cada uno una verdadera conversión, que nos haga personas dignas, llenas de Fe, Esperanza, Amor compasivo y misericordioso, que nos lleve a un caminar en: Paz, Amor, Justicia, Seguridad, Felicidad, … Poniendo cada uno nuestro granito de sal, lograremos un mundo mejor.