Febrero, mes del Amor y la Amistad

Nuestra vida es un continuo convivir y compartir con la familia, en la escuela, en el trabajo, en nuestras diversas actividades sociales, San Juan en su primera Carta, 4, 7-8 nos recuerda: Queridos hermanos, debemos amarnos unos a otros porque el amor viene de Dios. Todo el que ama es hijo de Dios y conoce a Dios.

Toda la Sagrada Escritura nos habla del Amor y la Amistad, San Pablo proclama: Tener amor es saber soportar, es ser bondadoso; es no tener envidia, ni ser presumido, ni orgulloso, ni grosero, ni egoísta, es no enojarse, ni guardar rencor, es no alegrarse de las injusticias, sino de la verdad. todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor jamás dejará de existir; mas las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y el conocimiento se acabará; cuando venga lo que es perfecto. (1 Corintios 13: 4 – 8)

En la vida nos encontramos con personas que llamamos amigos, pero que en realidad son compañeros de trabajo, de deportes, de grupos de juego, ocasionales… “Algunas amistades se rompen fácilmente, pero un amigo es más fiel que un hermano.” (Proverbios 18, 24).

En Proverbios encontramos:

• Un amigo es siempre afectuoso, y en tiempos de angustia es como un hermano. (17,17),
• Más se puede confiar en el amigo que hiere, que en el enemigo que besa. (27,6)
• Para alegrar el corazón, buenos perfumes; para endulzar el alma, un consejo de amigos. (27, 9)
• Un amigo fiel es como un remedio que te salva; los que temen al Señor lo hallarán. (27,16)
• El que Quien teme al Señor encontrará al amigo verdadero, pues, así como es él, así será su amigo. (27,17)

San Pedro en su Primera Carta 1,22 nos dice:

Ahora Ustedes al obedecer el mensaje de la verdad, han purificado sus almas para amar sinceramente a los hermanos. Así que deben amarse unos a otros con corazón puro, hasta llegar a un amor fraternal no fingido.

En la Primera Carta de San Juan encontramos:

• 3:18 – Hijitos míos, que nuestro amor no sea solamente de palabra, sino que se demuestre con hechos.
• 4, 16 – Dios es amor, y el que permanece en el amor, permanece en Dios, y Dios en él.

En el Evangelio de San Juan 13,34–35 volvemos a encontrar: Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, así deben amarse ustedes los unos a los otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tenéis amor los unos por los otros.

Queridos hermanas y hermanos demos Gracias a Dios por el inmenso Amor que nos manifiesta, por el amor que recibimos de nuestros padres, hermanos, amigos, … y a tu verdadero amigo cuídalo como uno de los tesoros más grandes que has recibido de Dios y recuerda: “Amarás, pues, al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todas tus fuerzas y amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos.« (Marcos 12:30–31).