La Cuaresma es un Kairos un tiempo de gracia especial que Dios nos regala para hacer un alto en nuestra vida y volvernos a Dios y retomar el camino de una sincera conversión…
Comunicado Nº 16.
26 de Febrero de 2017.
Paz y Bien
A cada una de mis Hermanas las saludo, deseando que el amor fraterno, fortalezca, la fidelidad a nuestra consagración. Al acercarse la cuaresma las invito a prepararnos para lograr los frutos del amor misericordioso de Dios Padre.
La Cuaresma es un Kairos un tiempo de gracia especial que Dios nos regala para hacer un alto en nuestra vida y volvernos a Dios y retomar el camino de una sincera conversión, intensificando nuestro espíritu a través de los medios que la Iglesia nos ofrece como son: el ayuno, la oración y la limosna, unidas a una atenta escucha y reflexión de la Palabra de Dios.
El ayuno que Dios nos pide consiste en reconocer con valor el mal que causamos a nuestro prójimo con la crítica, la calumnia, la mentira, la difamación, la envidia , la discordia, verlos con desprecio o ignorarlos etc.
La oración debe ser continua y profunda que nos trasforme que se vea reflejada en nuestro actuar con los que nos rodean cimentada en la Palabra de Dios.
La limosna esta se hace viva y presente en cada obra de misericordia que realizamos en bien de nuestros hermanos necesitados, especialmente los más cercanos a nosotros brindándoles, un saludo, una sonrisa, escuchando y acompañando al que se siente solo, quitando el odio, el rencor, los malos entendidos de nuestro corazón, perdonándonos unos a otros como Cristo nos perdonó (Col. 3, 12-14) y procurar ser la expresión viva de la bondad de Dios siendo comprensivas y misericordiosas con todos los que tratemos.
La cuaresma es pues un tiempo propicio para abrir las puertas de nuestro corazón al otro porque cada persona es un «don» sea vecino nuestro o un pobre desconocido porque todos merecen acogida, respeto y amor.
Que el Espíritu Santo y María Santísima nos guíen a realizar un verdadero camino de conversión que nos lleve a la Pascua de Resurrección de Cristo. Así sea.
«Jesús mío, yo confío en ti»
Hna. María Belén García Yáñez
Hna. Superiora General